Historia y fundamentos de la psicopatología


EVOLUCIÓN HISTÓRICA DE LA PSICOPATOLOGÍA

    

La psicopatología, entendida como el estudio de los trastornos mentales, ha tenido un desarrollo complejo a lo largo de la historia, reflejo de los cambios culturales, filosóficos y científicos de cada época.

En la Antigüedad, las enfermedades mentales eran atribuidas a causas sobrenaturales, como posesiones o castigos divinos. Hipócrates, en el siglo V a.C., fue de los primeros en proponer una explicación médica, vinculando los trastornos a desequilibrios de los "humores corporales".

Durante la Edad Media, predominó una visión teocéntrica: los trastornos se consideraban actos del demonio, lo que condujo a prácticas como los exorcismos o incluso la persecución de personas con conductas extrañas.

En el Renacimiento y la Ilustración, surgieron los primeros enfoques más racionales y científicos. Con la creación de los manicomios, se institucionalizó la atención a personas con trastornos mentales, aunque muchas veces en condiciones inhumanas.

En el siglo XIX, la psicopatología comenzó a consolidarse como disciplina científica. Destacan figuras como Emil Kraepelin, quien propuso una clasificación sistemática de enfermedades mentales, y Sigmund Freud, con su modelo psicoanalítico.

A lo largo del siglo XX y XXI, surgieron diversos modelos explicativos y manuales diagnósticos como el DSM y la CIE, que intentan clasificar y comprender los trastornos mentales desde una perspectiva más clínica, empírica y multidisciplinaria.



PRINCIPALES MODELOS TEÓRICOS EN PSICOPATOLOGÍA


La psicopatología se apoya en diversos modelos teóricos que buscan explicar las causas y el desarrollo de los trastornos mentales. Cada uno aporta una mirada distinta, útil en contextos específicos.

  • Modelo biológico

Este modelo entiende los trastornos mentales como consecuencia de alteraciones neuroquímicas, genéticas o cerebrales. Se apoya en hallazgos de la neurociencia y la genética para explicar síntomas como la depresión, la esquizofrenia o los trastornos de ansiedad. Su enfoque terapéutico principal es el uso de psicofármacos, complementado por intervenciones médicas.

  • Modelo psicoanalítico

Inspirado en las ideas de Sigmund Freud, sostiene que los síntomas psicológicos son la expresión de conflictos inconscientes no resueltos, muchas veces originados en la infancia. El tratamiento psicoanalítico busca hacer consciente lo inconsciente a través de la palabra, utilizando técnicas como la asociación libre o la interpretación de sueños. 

  • Modelo Cognitivo-Conductual  

Este enfoque combina la teoría del aprendizaje con la psicología cognitiva. Propone que los trastornos mentales surgen de conductas aprendidas y pensamientos distorsionados. A través de la terapia cognitivo-conductual (TCC), se busca modificar dichos patrones, ayudando a las personas a adquirir estrategias más adaptativas para afrontar su realidad.

  • Modelo Sistémico-Familiar 

Este modelo considera que los síntomas individuales reflejan conflictos o desequilibrios en el sistema familiar o relacional. Se enfoca en las dinámicas, roles y patrones de comunicación que sostienen el malestar. La intervención incluye a varios miembros del sistema, favoreciendo el cambio relacional como vía terapéutica. 

  • Modelo humanista

Se centra en la experiencia subjetiva, la libertad individual y la búsqueda de sentido. Para este modelo, la psicopatología aparece cuando el ser humano se aleja de su autenticidad o vive en contradicción con sus valores. La terapia se orienta al crecimiento personal, la empatía y el desarrollo del potencial humano.

  • Modelo sociocultural

Resalta la importancia del contexto social, histórico y cultural en la aparición de los trastornos mentales. Factores como la pobreza, el racismo, la migración o las desigualdades de género son elementos clave en este enfoque. Promueve intervenciones sensibles al contexto y orientadas a la justicia social. 


Comprender la psicopatología desde múltiples modelos no solo enriquece la práctica clínica, sino que también permite un abordaje más ético, humano e integrador. En este blog apostamos por una mirada crítica y abierta al diálogo interdisciplinario, reconociendo que el sufrimiento psíquico es un fenómeno complejo que no puede ser reducido a una única explicación. 


CRITERIOS DE NORMALIDAD Y ANORMALIDAD


Uno de los mayores desafíos en psicopatología es definir qué es normal y qué es anormal, ya que estos conceptos varían según el contexto histórico, social y cultural.

Existen diversos criterios utilizados para orientar esta clasificación:

  • Estadístico: Considera anormal aquello que se desvía significativamente de la media. Por ejemplo, tener un CI muy bajo o muy alto.

  • Social o cultural: Lo anormal se define por lo que rompe las normas sociales aceptadas. Sin embargo, esto puede llevar a estigmatizar diferencias culturales.

  • Subjetivo o personal: Evalúa el malestar interno del individuo, como en el caso de la ansiedad o la depresión.

  • Funcional: Se basa en el grado de deterioro que el problema causa en la vida cotidiana del individuo (trabajo, relaciones, autocuidado).

  • Biológico o médico: Considera que hay una alteración orgánica o química que explica el trastorno.

El DSM-5  combina varios de estos criterios para identificar trastornos mentales, priorizando el malestar clínicamente significativo y el deterioro funcional.


 EL RENACIMIENTO Y EL HUMANISMO EN LA PSICOPATOLOGÍA

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